Cronica de la visita al gorila que sobrevivio al coltan

 

           El Instituto Congoleño para la Conservación de la Naturaleza fue un anfitrión excepcional y organizó la mejor Navidad que tuvimos en mucho tiempo. En efecto, cuando nos invitó a conocer la situación de dos de los parques nacionales más famosos del Congo , Virunga y Kahuzi-Biega, se sobreentendía que un punto central de la visita seria poder encontrar a nuestros primos africanos, los gorilas, gravemente amenazados por las consecuencias de la guerra civil que asoló el país desde mediados de los años 90.

 

          Como el Congo aún no recibe turistas nuestra visita al Parque de Kahuzi-Biega se organizó con el apoyo de la Fuerza de Paz de las Naciones Unidas en el Congo cuyas siglas en frances son MONUC y el cuerpo de guardas congoleños del ICCN. Los «rangers» congoleños estan reputados entre los hombres más valerosos del mundo por el compromiso con que cuidan esos sitios de excepcional belleza y biodiversidad, inscriptos en la lista del patrimonio de la humanidad de la UNESCO   aun arriesgando cotidianamente su vida y la de sus seres queridos por un ínfimo salario.

 

          Los gorilas nunca duermen en el mismo lugar y todas las noches hacen sus nidos en un sitio diferente.  Viven en grupos o familias conducidos por un macho “lomo plateado”. El de  Chimanuka es un grupo de unos 30 individuos – entre los cuales 17 hembras y 12 bebés-, liderados por este tímido y bello lomo plateado de 23 años, que con sus ojos marrones de mirada aterciopelada, sus imponentes 200 Kg y su metro noventa pertenece a una estirpe famosa de gorilas.

          Efectivamente, su padre fue el famoso Maheshe, que en los años 80 figuraba en los billetes del Zaire (nombre conque entonces se conocía a la Republica Democrática del Congo), como símbolo de la identidad congoleña. Su abuelo, el gorila Kasimir fue el “pionero” de los gorilas habituados a la frecuentación humana como veremos mas adelante al evocar al hombre que creo tan singular practica . Chimanuka es igualmente famoso que ambos,  porque ha sido uno de los pocos gorilas que escapó a la masacre ocasionada durante la guerra civil por la explotación del coltan, que volcó en el parque de Kahuzi-Biega a centenares de miles de mineros ilegales , en su gran mayoria agricultores, que terminaron recurriendo a la caza de gorilas, antílopes y chimpancés para nutrirse.  Ello porque el este del Congo alberga el 80% de las reservas mundiales de coltan, mineral utilizado en las play stations, telefonía móvil y laptops.

                                                                              Fuente Berggorilla

         Ironía del destino, la tecnología que ha cambiado nuestra forma de comunicarnos amenaza la subsistencia de esos apacibles gigantes, que comparten mas de 96% de nuestro ADN y que,  como todos los primates, juegan un papel fundamental en el mantenimiento de un ecosistema que permite que nuestro planeta respire,  deteniendo los efectos nefastos del calentamiento global: la selva tropical.

         Los señores de la guerra, siempre a la demanda de armamento para continuar su sangriento camino, no pueden privarse de echar mano a las áreas protegidas y allí arrojaron hordas de mineros ilegales que, cual esclavos modernos, terminaron depredando el parque. A cambio del coltan que iba a satisfacer las necesidades de empresas ubicadas en los mercados de los paises centrales ellos recibian armas para continuar su guerra que poco tiene de conflicto etnico . Ese coltan que es el mismo que esta en las play sation que ofrecemos despreocupadamente  a nuestros hijos, nietos  y sobrinos para las Navidades y celebraciones familiares, en nuestras computadoras y en nuestros telefonos moviles de los que hemos aprendido a no separarnos nunca.

 

      El contingente pakistaní de la MONUC que nos acompañó estaba tan entusiasmado como nosotros porque, claro esta, en Pakistán no hay gorilas y ellos mientras nos cuidaban y filmaban también iban a registrar esos momentos maravillosos con Chimanuka, rodeado por parte de su familia.  Muinja – “la bella”, su hembra preferida – y algunos gorilitas que,  trepados en lo alto de los árboles,  nos arrojaban frutos  sobre la cabeza. Los gorilas suelen tener un harem así que Chimanuka,  despues de un rudo combate con su rival Mugaruka, se apropio de algunas de sus hembras y termino convirtiendose en papá de varios  retoños entre ellos unos mellizos muy simpaticos, algo excepcional entre los gorilas.

  

 

 Muinja había almorzado opíparamente y con su vientre abultado, miraba el cielo con aire soñador mientras se rascaba la espalda. Después partió raudamente con uno de los pequeñitos cargado en sus espaldas. Chimanuka despues de su almuerzo con parsimonia se retornó hacia nosotros , giro sobre sus pies y se quedó inmóvil apoyado sobre un tronco que milagrosamente no cedía ante su peso. Así, pudimos contemplar su magnifica figura, su lomo plateado, su físico imponente y al mismo tiempo grácil. Las cámaras de los medios de Kivu del Sur fijaron para siempre la felicidad de una Embajadora presentando sus cartas credenciales ante el más imponente primate del planeta y, al mismo tiempo, el gorila más famoso del Congo.   

       El encuentro con los gorilas es un instante mágico que nos llena de paz y alegría y nos provoca una especie de adicción porque no querríamos separarnos nunca de ellos. Pero la etiqueta gorila es estricta. Sólo una hora y después hay que partir para dejar al grupo continuar con su vida cotidiana.

     Resultaba imposible no evocar en Kahuzi-Biega a Adrien Deschryver, un conservacionista belga enamorado del lugar, quien a final de los años 60 inició la práctica de habituar los gorilas salvajes a la presencia humana en lo que llegaría a ser un importante recurso económico para las poblaciones locales. Deschryver amó tanto este sitio, que contribuyo a crear como Reserva,  que está enterrado en la entrada del parque en una pequeña y florida parcela donde le rendimos homenaje colocándole una corona de frescas hortensias en compañía del Comandante del contingente pakistaní, el apuesto Tahir, quien se sumó complacido al  homenaje.   

        En   la puerta de Tshivanga, entrada principal del Parque, continuaban los cantos y bailes con que nos habian recibido las mujeres de los guardas , los bailarines tradicionales con la cola de colobo y los pigmeos,  felices de recibir la primera visita  internacional despues de la guerra. Las letras de sus canciones, según nos explicaron nuestros  acompañantes agradecían a Dios que hubiera enviado una mujer desde la Argentina para visitar sus gorilas. Fue tan maravilloso el despliegue que nos sumamos espontáneamente a la algarabía general. 

        Después siguió un delicioso almuerzo preparado por las mujeres de los guardas con los típicos ingredientes del lugar: papas fritas, maníes, arroz, pollo, pescado, bebidas sin alcohol y cerveza. Los manteles y las fundas que recubrían las sillas tenían siluetas de gorilas graciosamente bordadas. 

 

      Desde ese memorable 23 de diciembre no hemos hecho más que recordar a Chimanuka y decirles a todos aquellos que quieran escucharnos que piensen que la guerra en el Congo no es algo que sucede en el corazón del África  ajeno a nosotros. Es la contracara de nuestros hábitos de consumo, de nuestro modo de vida y de nuestra tecnología. Y ella , en su camino descontrolado, tal vez termino arrancandonos violentamente a esas apacibles criaturas que comparten con nosotros un pasado de millones de años y a las que deberíamos asegurarles un futuro de paz. De nosotros depende unicamente…